Celebramos 120 años de pasión por el rendimiento
En Chicago Pneumatic compartimos un legado de pasión por el rendimiento y las asociaciones duraderas. En 2021, celebramos orgullosos nuestro 120 aniversario y estamos tan comprometidos como siempre con ofrecer productos y servicios innovadores y fiables basados en la tecnología, así como en la confianza.
¿Qué hace a los empleados de CP tan especiales?
En Chicago Pneumatic creemos que más que una empresa somos una familia global y conectada que comparte una pasión genuina por el rendimiento. Por ello, contamos con una sólida red de distribuidores autorizados y formados que están siempre cerca y preparados para ofrecerle los productos más adecuados y ayudarle en todos los sentidos.
La pasión como cimiento de la marca
Estamos orgullosos de nuestro legado y de la confianza que nos hemos ganado de clientes y socios tras varias décadas en el negocio. Nuestra marca se compromete a ofrecer productos y soluciones que le ayuden a mantener su productividad al máximo y compartimos la pasión por que su negocio siga en funcionamiento durante las próximas décadas.
Su rendimiento nos importa
Creemos en el rendimiento que perdura en el tiempo. Por ello, nuestros centros globales de I+D están desarrollando productos inteligentes basados en tecnología fiable. Además, nos esforzamos al máximo por respetar los plazos de entrega, así como por ofrecer asistencia y soporte de calidad a tiempo, y nuestros productos resistentes y eficientes están diseñados para garantizar productividad y operaciones seguras en todo momento.
John W. Duntley tenía en mente la idea de comprar y vender herramientas de construcción "que aún no estaban disponibles".
En 1901, Duntley conoció al magnate del acero Charles M. Schwab, quien realizó una gran inversión en la empresa.
El 28 de diciembre de 1901, se constituyó la sociedad.
En 1901, se patentó el primer martillo neumático monoválvula.
1904 fue el año de expansión de Chicago Pneumatic.
Se abrieron oficinas en Inglaterra, Canadá y Alemania, y se desarrollaron nuevas líneas de productos, tales como herramientas neumáticas y martillos.
En 1912, Chicago Pneumatic inició la fabricación de un motor semidiésel horizontal de 2 ciclos para accionar sus compresores.
Un año después, Chicago Pneumatic finalizó la válvula Simplate; se eliminó el engranaje de la válvula, con lo que se consiguió mayor controlabilidad a altas velocidades y más capacidad.
En 1925, Chicago Pneumatic fabricó el motor diésel Benz que se utilizó en diversos coches de competición en la Europa de aquella época.
Ese mismo año, Chicago Pneumatic comenzó a fabricar equipos de perforación rotativa de pozos de petróleo.
En 1939, Chicago Pneumatic diseñó y fabricó la primera llave de impacto del mundo, tanto en versión neumática como eléctrica.
En respuesta a la movilización bélica, Chicago Pneumatic desarrolló la “máquina de punzonado en caliente”, un dispositivo que calentaba los remaches a 1000°F y utilizaba una presión de 100 000 libras/pulgada² para dar la forma final a la cabeza del remache.
En 1943
el Saturday Evening Post publicó en su portada una imagen de Norman Rockwell en la que aparecía una trabajadora de una fábrica de aviones, Rosie la remachadora, tomando su almuerzo con un remachador de Chicago Pneumatic en su regazo. En los años siguientes, la icónica figura de Rosie se utilizó para la campaña “We can do it” durante la Segunda Guerra Mundial.
Las décadas de los cincuenta y sesenta fueron tiempos de investigación.
Las brocas de Chicago Pneumatic batieron récords de profundidad (se acercaron a los 20 000 pies) y se utilizaron en trabajos de prospección petrolífera. En 1957, se introdujo la brochadora portátil para remaches de avión. En 1960, un motor eléctrico de Chicago Pneumatic jugó un papel importante en la misión espacial Apolo de Estados Unidos a la luna, ya que accionaba una bomba para inflar tres bolsas en la cápsula tras su aterrizaje en el océano Pacífico el 24 de julio de ese mismo año. Las bolsas garantizaban que la escotilla de escape quedase en la parte superior para que los astronautas pudieran abrirla sin correr peligro. Por último, en 1969, Chicago Pneumatic introdujo la primera llave de carraca del mundo, la "CP728", en la Ford MotorCompany.
En 1970, la llave de impacto CP611 se utilizó en la construcción de la estructura de acero del World Trade Center (Nueva York).
Las llaves de impacto de Chicago Pneumatic se introdujeron en el mercado de la automoción en la década de los setenta y se comercializaron durante varios años en los mercados industriales.
En 1987, Chicago Pneumatic pasó a formar parte del conglomerado sueco Atlas Copco.
Durante 1988, se lanzaron más productos nuevos que nunca desde finales de la década de los setenta, como atornilladores, herramientas de montaje y nuevas llaves de carraca. El año siguiente, se diseñó y adoptó el logotipo actual.
En 1990, Chicago Pneumatic ganó un galardón de plata de la AMA
con su campaña publicitaria "23 piezas". El anuncio reflejaba cómo era posible fabricar más de 250 herramientas de montaje ligeras utilizando solamente 23 componentes intercambiables. En 1994, comenzó la producción de compactadores y generadores eléctricos transportables, y el taladro reversible CP789H, la llave de carraca CP828H y las amoladoras angulares CP854 se lanzaron como la gama "Classic".
El año 2007 marcó la inauguración de un nuevo centro tecnológico en Nantes (Francia).
En 2010, se adoptó un nuevo diseño global que resalta los colores de la marca: rojo y negro.