¿Cómo podemos calcular el precio de la productividad?

Uno de los aspectos clave que debemos tener en cuenta es la ergonomía de la herramienta, en concreto los siguientes aspectos:  

La relación potencia/peso afecta al tiempo que un operador puede sujetar la herramienta durante un período determinado, a la velocidad de extracción del material y al bienestar del operador. Si está dudando entre dos herramientas, la relación potencia/peso es fundamental para elegir la adecuada para sus necesidades. La amoladora angular CP3650 de Chicago Pneumatic, por ejemplo, pesa solo 1,8 kilos, pero ofrece una potencia de 1800 W para maximizar la productividad.

Limitar las vibraciones a las que está expuesto el trabajador al manejar la herramienta es fundamental para su bienestar y su productividad. El exceso de vibraciones puede provocar el síndrome por vibraciones transmitidas al sistema mano-brazo (HAVS, por sus siglas en inglés), el cual, en el peor de los casos, puede provocar una pérdida total de sensibilidad en las manos e inhabilitar permanentemente al trabajador. Utilizar herramientas con funciones que reducen las vibraciones y estabilizan la herramienta, como los equilibradores automáticos, ayudan a que sea mucho más seguro utilizarlas durante períodos prolongados, aumentando la tasa de eliminación de material hasta un 15 %.

Puesto que algunas herramientas pesan más de cinco kilos, el peso es una consideración importante a la hora de comparar herramientas. ¿Puede el operador manejar la herramienta durante horas? El peso se puede consultar en el catálogo del fabricante, pero el operario siempre debe probar la herramienta para asegurarse de su idoneidad. Sobre el papel, el peso puede ser un valor engañoso: el diseño ergonómico puede hacer que, aunque una herramienta pese más que otra, sea más fácil de manejar al reducir la tensión física que recae sobre el operador.

Las funciones y los accesorios adicionales de la herramienta también pueden contribuir al rendimiento y a la maniobrabilidad de la misma. Por ejemplo, las herramientas con una empuñadura ergonómica pueden reducir las vibraciones, mientras que las que tienen un cabezal curvado pueden ofrecer una mejor visibilidad del cordón de soldadura para optimizar la precisión.

Trabajar con la herramienta adecuada también puede reducir el riesgo de accidentes y proteger la productividad. Muchas herramientas de Chicago Pneumatic, por ejemplo, incluyen un gatillo de seguridad de dos posiciones que se puede adaptar a la empuñadura del operador por encima o por debajo de la carcasa para reducir el riesgo de que se le resbale la mano. Las amoladoras neumáticas reguladas, especialmente las que incluyen desconexión por exceso de velocidad, también son una buena forma de gestionar la seguridad y la productividad. Ayudan a mantener la velocidad máxima para optimizar los volúmenes de extracción de material, al tiempo que protegen al operador de los daños que pueden producir las ráfagas abrasivas.

Puesto que los ciclos y los requisitos de mantenimiento varían de una herramienta a otra, hacer una comparación puede resultar difícil. La característica más importante que debemos analizar es el intervalo de mantenimiento, que indica las horas que se puede utilizar la herramienta hasta el momento de realizar su mantenimiento. Conocer los requisitos de mantenimiento y cumplirlos es fundamental para garantizar el mejor rendimiento y preservar las especificaciones, como la potencia y la velocidad, que contribuyen a la productividad.

Como hemos visto en los puntos anteriores, son diversas las características que pueden contribuir a la productividad y a la rentabilidad a largo plazo. Estudiar los requisitos y buscar la herramienta que mejor se adapte al uso para el que la va a destinar, y a las necesidades del operador, le ayudará a sacar el máximo partido de su inversión.